Presta su casa para que los presos por cultivar marihuana cumplan sus domiciliarias


Ricardo Molinaro tiene 58 años y es el presidente de la Asociación Civil Tricomas del Sur, entidad que se dedica al acompañamiento de personas que están presas por cultivar marihuana y a sus familias. El hombre presta su casa para que cumplan allí las prisiones domiciliarias.  

La vivienda está ubicada en Burzaco, partido de Almirante Brown, en la calle Alsina 358, entre Moreno y Lupo: «Cuando los policías traen a una persona a mi casa para que cumpla la prisión no lo pueden creer, porque en mi jardín hay una plantación de marihuana», cuenta Ricardo a Tiempo.

Cultivar salva vidas

La Asociación Civil Tricomas del Sur nació hace cuatro años. Ricardo perteneció varios años a Mamás Cultivas Fundadoras, donde conoció el cannabis medicinal. «Siempre fumé marihuana y siempre la cultivé, pero nunca lo había hecho con un enfoque sobre lo medicinal», explica.

El hombre tiene HIV, pasó por tuberculosis, neumonía y hepatitis, entre otras enfermedades. Atravesaba un momento crítico de su vida y entonces decidió empezar con la producción de cannabis medicinal. Fue así que logró dejar las drogas peligrosas que le hicieron daño. 

Así, comenzó una vida hermosa y solidaria: «Me hizo rico espiritualmente, en mi interior y sanó un montón de heridas. Porque yo les doy -a las vecinas y vecinos- un poquito de aceite de cannabis y puedo ver a las personas transformadas, re bien», asegura el cultivador. 



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