Horas después de los números oficiales de la elección de la Provincia de Buenos Aires que marcó el triunfo de Frente Patria (FP) por casi 14 puntos de ventaja frente a La Libertad Avanza (LLA), los análisis estadísticos y políticos se multiplican. Y una mirada va hacia el llamado «interior» bonaerense, que ratifica un dato clave: el peronismo no ganó solo en el conurbano, también lo hizo en varias zonas profundas, muchas de ellas de estirpe eminentemente rural.
Una de las mayores satisfacciones del Ejecutivo provincial debe centrarse en Tandil, donde el candidato de FP, Rogelio Iparraguirre, logró uno de los mayores batacazos de la jornada: se impuso por 35,26% a 35% frente a Gonzalo Santamarina, el candidato de LLA de apellido histórico y tercero el candidato de Somos que respondía al intendente Miguel Lunghi, que gobierna la ciudad serrana desde hace casi 22 años y que nunca había perdido una elección como mandatario. En uno de los últimos reels de campaña, Lunghi dijo: «Votá por Tandil. No le ates las manos al intendente que te ha demostrado todo».
💬 «Para nosotros, el crecimiento no dice nada positivo de una ciudad si desde la gestión en acuerdo con el resto de los actores no se lo convierte en desarrollo. pic.twitter.com/SqYACfZpgr
— Rogelio Iparraguirre (@rogetandil) August 28, 2025
Fueron un puñado de votos, beneficiados también por la presencia de otras dos fuerzas (Somos Buenos Aires y Hechos), pero pesó lo simbólico. Nunca el peronismo había logrado un triunfo en más de dos décadas.
«En dos años hay que construir el triunfo que nos va a permitir gobernar Tandil”, se entusiasmó Iparraguirre, que logró 10 puntos más que en las Legislativas de 2021.
A nivel general, en la Sección Quinta que integra Tandil ganó La Libertad Avanza, explicado por la performance de Guillermo Montenegro, intendente de Mar del Plata que superó por 41,95% a 37,40% a Fernanda Raverta, que mejoró un par de puntos respecto a 2023.
Si bien ganó su candidato a concejal (Fernando Muro), Montenegro perdió la mayoría en el Concejo Deliberante, y en el partido de General Pueyrredón retornó una figura conocida: el ex intendente Gustavo Pulti, que cosechó 18,96% de los votos.

Los triunfos de Fuerza Patria en la Séptima y en la Cuarta
Uno de los mayores festejos, aunque en números fuese escaso comparado a la Primera y Tercera Sección, lo dieron la Cuarta y la Séptima. Son dos de las principales zonas rurales.
En la Cuarta hay 19 partidos de base agropecuaria (Alberti, Bragado, Carlos Casares, Chivilcoy, entre otros), que en los últimos meses sufrieron inundaciones y debacles económicas por decisiones del Gobierno. Ese mismo Ejecutivo nacional que afirmó, a través del jefe de gabinete Guillermo Francos días atrás en su informe de gestión en el Congreso, que «guarda» 155 mil millones de pesos en plazos fijos y Lecaps obtenidos por lo que pagan los usuarios cuando cargan nafta y que por ley deben ser usados para el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica.

De ese Fondo, que hoy el Estado no utiliza, el más grande es el del Plan Maestro de la Cuenca del Salado, que está frenado oficialmente con miles de campos inundados. Ante la inacción de la Nación, fue la Provincia la que comenzó a reunirse con entidades y grupos de productores rurales para ver paliativos a los desastres climáticos.
En esa cuarta sección (donde también jugó fuerte como «solista» el intendente de Junín, Pablo Petrecca) Fuerza Patria ganó con el 40,3% de los votos válidos con Diego Videla encabezando y Andrea Pessarini sumando votos con Potencia, mientras que La Libertad Avanza obtuvo un 30,3% y Somos Buenos Aires (integrado por peronistas y radicales) se alzó con casi el 20%. El peronismo ganó hasta en Junín, históricamente antijusticialista.

En la Séptima Sección se dio otro batacazo, con el triunfo de Frente Patria, consiguiendo los dos senadores: 38,2% a 32,8%. Por LLA iba el armador libertario en la región y subsecretario Legal del Ministerio de Economía nacional, Alejandro Speroni.
También sorprendieron contiendas locales, especialmente Olavarría. Allí, la ciudad más grande del centro bonaerense, con fuerte presencia industrial y el sector ceramista en crisis, el candidato del oficialismo local, Leonardo Yunger, logró un importante triunfo con el 38,80%, mientras que La Libertad Avanza alcanzó el 35,31%.
En Azul ganó a concejales LLA por un puñado de votos: 35,45% a 35,02% pero FP tuvo 4,3% más de votos que en 2023. Tanto en la Cuarta como en la Séptima hay otro factor: el abandono de la obra pública por parte de la Nación, sobre todo en rutas nacionales en las que se están registrando cada vez más siniestros. La Ruta 3 es uno de los mayores ejemplos.
Bahía Blanca, la cara más contradictoria de la elección
Si hay un distrito que refleja una contradicción electoral es Bahía Blanca. Se trata de uno los distritos más golpeados por el Estado nacional: no solo fue desestimado por el Gobierno de Javier Milei cuando sufrió el temporal y las fuertes inundaciones, y luego el presidente vetó la Emergencia para esa localidad, sino que también por decisión del Ejecutivo se canceló la posibilidad de construir allí la planta de GNL que iba a generar ingresos de miles de millones de dólares y miles de puestos de trabajo. La iban a trasladar a Río Negro, y finalmente el proyecto quedó en nada.
Allí, La Libertad Avanza ganó 41,75% a 34,15% a Frente Patria. Eso sí, el peronismo mejoró 13,5% sus guarismos respecto a hace un par de años. La pregunta es por qué, a pesar del abandono de Nación, LLA ganó en Bahía Blanca.

Una posible respuesta la dio Juan Reginato, bahiense a cargo del programa de radio Botellas al Mar: «Porque el volumen de votos del antiperonismo liberal- libertario en lo económico, conservador en lo político, procesista en lo histórico, sumado a sectores radicales antiperonistas, representa, desde 1983 para acá, un volumen de votos superior al peronismo y asociados. Porque el entramado industrial vinculado a Vaca Muerta y el complejo portuario exportador no se ven tan perjudicados como otros sectores industriales vinculados al mercado interno. Y porque paradójicamente los gobiernos provincial y local evitan mayores daños en los sectores que sí son castigados por el modelo económico».