Un grupo de vecinos de la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires se movilizarán este viernes al Ente Regulador de Agua y Saneamiento (ERAS) para reclamar por el derecho al acceso al agua: denuncian falta de presión y que por esa razón algunos domicilios directamente no cuentan con el servicio.
Según pudo reconstruir Tiempo, el problema en la región viene desde mediados del año pasado, siendo que el barrio de Barracas, de la Comuna 4, es el más afectado aunque el problema se extiende a otros lugares como Lugano o San Telmo.
En diálogo con este medio, Julieta Deza, vecina de la zona, explicó que para realizar un diagnóstico preciso “hace unos dos meses empezamos a circular un formulario donde varias personas indicaron que estaban atravesando esta situación. Registramos más de 200 casos que no tenían presión o directamente falta de agua”.
“Hicimos una primera reunión virtual -continuó Deza– con varios vecinos que se sumaron y luego una reunión presencial. AySA no está dando respuestas. Entonces, este viernes vamos a ir a ERAS para hacer un reclamo por cada caso”. La convocatoria es a las 15, en Av. Callao 982.
Todo esto ocurre en medio del intento del gobierno nacional de privatizar AySA. Ademas, sugestivamente, el reciente Decreto 493/2025 habilita a que se pueda cortar el servicio por falta de pago. “Acá estamos hablando de vecinos que pagan todos los meses el servicio y no tienen ninguna respuesta concreta. De hecho, sabemos de algunos casos que les daban un número de reclamo y luego cerraban ese reclamo sin resolver el problema”, se quejó Deza.
“Es una lotería”
Cansados, los frentistas afectados grabaron un video para convocar a otros vecinos para este viernes. Emilio, que vive en Barracas, destacó que esta situación se da “aproximadamente desde mayo del año pasado. Hicimos muchos reclamos. Algunos fueron atendidos y otros no. El problema es que no hay presión, el agua no llega a las cañerías ni a los tanques. Es una lotería saber qué días vamos a tener agua o no».
“Es lamentable y preocupante no tener agua. Implica un montón de complejidades: no poder bañarse, no poder tomar agua, no poder cocinar”, subrayó otra vecina. “El problema es que es algo intempestivo, nunca se sabe cuando se corta el agua. No es una cuestión nuestra nada más, sino que hay muchos vecinos que están en esta situación”, añadió.

Emilio se hizo eco de las intenciones del gobierno. “Según algunas noticias, avanza un proceso de privatización como fue en la década del ´90 que se la dieron a grupos franceses y el agua fue mucho peor servicio”.
“Así que no creo que esa sea una solución. El Estado tiene que poner los recursos. Sabemos que las cañerías son viejas, tienen muchos años. Pero esto es parte de la responsabilidad del Estado”, concluyó Emilio.
Otra vecina sostuvo que llegarán “hasta las últimas consecuencias. Vamos a ir por el camino administrativo para que ERAS se ocupe y esta situación se revierta inmediatamente”.