“Se está discutiendo si sigue existiendo o desaparece la carrera de investigador”


Los trabajadores del CONICET comenzaron poco después del mediodía de este miércoles un paro por 48 horas. Con una multitudinaria convocatoria en el Polo Científico del barrio de Palermo, se dio inicio a dos jornadas de visibilización, con acampe incluido, en reclamo del ajuste en contra del sector que lleva adelante el gobierno de Javier Milei desde el inicio de la gestión. 

A través de diferentes actividades que tienen como epicentro la explanada del organismo, como semaforazos, charlas y debates, los trabajadores expusieron la endeble situación que atraviesan: de acuerdo a datos oficiales del INDEC, el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI) perdió 4.040 empleos públicos solo el primer semestre de 2025. De ese total, 1.085 de corresponden al CONICET.

Cerca de las 13, dirigentes gremiales brindaron una conferencia de prensa en donde no descartaron la «ocupación pacífica» del organismo a partir del viernes si los reclamos no tienen una respuesta. «Las becas se han recortado, están cerrados los ingresos en las carreras de Investigador Científico (CIC) y de Personal de Apoyo (CPA). Durante este mes de agosto está en juego la continuidad laboral de muchos compañeros y compañeras”, explicó Gonzalo Sanz Cerbino, investigador adjunto de CONICET y Secretario General Adjunto de ATE CONICET Capital.

«El directorio del CONICET está reunido, evaluando en este momento, el nuevo concurso de ingreso a la carrera de investigador científico que es un poco el corazón del organismo, un punto intermedio entre la culminación de los años en que pasamos precarizados como becarios y tenemos la posibilidad de acceder a la planta permanente de investigación”, añadió el sindicalista a la prensa, y concluyó: “Se está discutiendo si seguimos teniendo la carrera de investigador o no. Si se van a dar los resultados de los concursos que ya fueron evaluados”. 

El sueldo no alcanza

Maximiliano del Río es becario doctoral, graduado en biotecnología y trabaja en la Universidad Nacional de Quilmes. En diálogo con Tiempo, el joven se siente afortunado. “Lo que hago es purificar proteínas que se usan en ensayos inmunológicos. Tuve la suerte de que justo mi tema de doctorado fue considerado estratégico y por eso me financiaron”, señaló. 

Sin embargo, Del Río aclaró que “la verdad tampoco llego a fin de mes, el sueldo no supera el millón y tengo que buscar otro laburo. Tengo 30 años, no me puedo independizar con el sueldo de becario doctoral y ni hablar del ninguneo que hay cuando uno escucha que ‘la ciencia no sirve para nada’. Es bastante duro”. 

Paro y vigilia de científicos: “Se está discutiendo si sigue existiendo o desaparece la carrera de investigador”

“Por lo menos cobro porque es otro tipo de beca, pero hay compañeros que hace 15 meses que no cobran”, lamentó. 

“En dos años nos podemos quedar sin nuevos científicos”

Laura es Personal de Apoyo de CONICET y trabaja en la biblioteca del Instituto Leloir. “Estamos acá esperando que nos den definiciones si van a entrar o no en carrera los científicos que se están formando hace muchos años con dinero del Estado”, subrayó, al tiempo que sentenció: “El Estado en este momento está desfinanciando la ciencia y la Agencia de Investigación Científica. Están empujando a la juventud a que se vaya al privado y del país. En dos años nos podemos quedar sin nuevos científicos a este nivel”. 

“Sin desarrollo científico, no hay futuro como país. Se está viendo el destrato y el desfinanciamiento a diferentes áreas. Debemos resistirnos a ser un país dedicado solo a exportar granos, aunque encima ahora están cerrando el INTA, que da un gran valor agregado; también están desmembrado el INTI, la CONAE y todo lo que es ARSAT. Están destruyendo la soberanía”, insistió.

La necesidad de tener un horizonte claro

Maira, doctorando en el segundo año en Biotecnología, está junto a Jonh, becario postdoctoral del CONICET. Ambos trabajan en el Instituto Leloir. “Me tuve que formar muchos años para poder llegar a estar en CONICET y hoy me encuentro en defensa del sistema científico, pidiendo que se marque un rumbo, el horizonte, porque el panorama es de mucha incertidumbre”, indicó la joven, quien añadió: “Venimos a exigir que se dé lugar a los puestos que ya han sido aprobados, hay financiamiento que ya ha sido aprobado, incluso de organismos internacionales como el BID, y está completamente paralizado”. 

Maira advirtió que el sector afronta “una campaña no solo de desprestigio, sino de desfinanciamiento. Necesitamos estos recursos para poder seguir haciendo ciencia. Hacer ciencia y desarrollos tecnológicos en Argentina es una decisión estratégica y debe ser una decisión política. No deberíamos guiarnos solamente por decisiones ideológicas”. La investigadora reconoció que si bien “la situación económica es delicada”, hay cierto “consenso” y cuestiones que son “innegociables como la inversión en salud, la educación y la ciencia”. 

Por su parte, Jonh, quien es oriundo de Venezuela, contó que se nacionalizó justamente porque “desde afuera veía al sistema científico argentino ampliamente reconocido y respetado a nivel internacional. Tuve la suerte de poder insertarme en el sistema, de aprender de la mano de científicos de gran calidad y ver cómo se van cerrando cada vez más oportunidades y puertas en algo que funciona y que ha demostrado que sirve al país”.

Jonh resumió que se trata de “una alerta que tiene que saltar a todo el pueblo argentino. Invito a toda la sociedad a que se sume. Vimos el ejemplo de los científicos que están haciendo el proyecto de Mar del Plata, el estudio del Fondo Marino, y cómo instituciones en el extranjero se voltean y miran a los científicos argentinos y dicen que vale la pena apoyar estas iniciativas”.

«Hay cierto acoso»

Pablo es docente universitario y CPA del CONICET, hace dos años que es planta permanente en el Centro Atómico. «Estoy acá por toda la crisis en el sistema científico en general y en particular en el CONICET. Estoy en un organismo que se dedica a la astrofísica y en este tiempo noté la baja de los sueldos. Es un tema permanente para los que somos personal técnico, que no tenemos muchas más expectativas ya que no trabajamos por proyecto», dijo.

Pablo hizo referencia a la estrategia que el gobierno nacional montó en diferentes organismos para desgastar a los trabajadores. «Hay como cierto acoso. Nosotros trabajamos en el centro atómico y nos cambian las reglas constantemente», puntualizó.



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