peligra la producción de alimentos por inundaciones y sequías


Las familias campesinas y los pequeños agricultores producen la mitad de los alimentos que consume el mundo, pero a la vez enfrentan pérdidas de más de U$S 123 mil millones de dólares al año por causa de fenómenos climáticos extremos, según un informe de la FAO.

Cada vez más pequeños productores se ven obligados a depender de sus ahorros y el endeudamiento para enfrentar estos costos, lo que los hace vulnerables tanto a las crisis climáticas como financieras.

Y cada año, miles de campesinos que pierden su fuente de sustento por causa de la crisis climática, se ven obligados a abandonar sus territorios y migrar hacia los cinturones de pobreza que rodean las ciudades, agravando aún más la actual crisis socio-ambiental.

En tanto, un análisis realizado por Climate Focus para la alianza Agricultura Familiar por la Acción Climática (FFCA, según sus siglas en inglés) –una organización que representa a 95 millones de pequeños agricultores a nivel global– señala que se necesitan unos U$S 12.950 millones al año para salvaguardar las agroexportaciones de América del Sur, entre ellas la cosecha cafetera de Colombia de U$S 3200 millones de dólares.

Cultivos sensibles al clima como el cacao y el café han visto reducido su rendimiento en los últimos años por el aumento de las temperaturas, la sequía y los patrones de lluvia impredecibles, lo que repercute en un encarecimiento de los precios internacionales de estos productos.

A su vez, el financiamiento climático por parte de los Estados retrocede y en 2021, se destinaron solo U$S 21 mil millones de dólares a agricultores familiares en América del Sur (1,59% de la necesidad estimada).

COP30: peligra la producción de alimentos por inundaciones y sequías

Invertir en el campo que alimenta

Las pequeñas propiedades agrícolas de hasta 10 hectáreas producen el 50 % de las calorías de los alimentos del mundo y los beneficios de invertir en la adaptación de los pequeños agricultores superan con creces los costos.

“Apoyarlos permite salvaguardar puestos de trabajo e impulsar las economías regionales, particularmente en los países de bajos ingresos donde la agricultura representa un 25 % del PBI”, destaca el trabajo de la FFCA.

Además, las organizaciones de la agricultura familiar son pioneras en enfoques positivos para la biodiversidad y resilientes al clima como la agroecología, en contraposición a los modelos de producción basados en el agronegocio, altamente dependiente de agroquímicos, e impulsor de la deforestación.

En Argentina, la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), el Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI-ST) y otras organizaciones de pequeños productores de alimentos y cooperativas conformaron en 2021 la Mesa Agroalimentaria Argentina para impulsar el acceso a la tierra y el financiamiento para los productores de alimentos, en un contexto en el que el Estado nacional retiró todas las políticas de ayuda al sector y está desmantelando organizaciones científicas y de apoyo al sector como el INTA.

En vísperas de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) –que se celebra del 10 al 21 de noviembre en Belém do Pará, Brasil– La Vía Campesina, un movimiento que representa a más de 200 millones de campesinos y agricultores periurbanos, lanzó un manifiesto en el que reclama reparaciones financieras y transferencia de tecnologías para afrontar los daños que ya está causando el cambio climático. En tanto, dada la importancia de la adaptación en la agenda de la COP30 que se realiza en pleno corazón del Amazonas, la FFCA reclamó la creación de un «Fondo de adaptación climática para Agricultores».



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